Enseñar gramática: ¿sí o no? ¿Cuánta gramática? El análisis sintáctico, ¿nunca más? ¿O se mantiene estrictamente igual? ¿Por qué los estudiantes no pueden recordar los tiempos verbales y hay que repetir ese aprendizaje en todos los cursos? ¿Cómo aprender las preposiciones? Interrogantes como estos suelen asaltar a docentes, padres y especialistas. Pero, tal vez, las preguntas deberían ser otras: ¿Cómo enseñar gramática para que sea un aprendizaje significativo? ¿Cómo usar la gramática para desarrollar la escritura en adolescentes? ¿Qué quiere decir que un tiempo verbal sea perfecto o imperfecto? ¿Y pluscuamperfecto? ¿Cómo enseñar verbos para que tengan sentido estos nombres? ¿Para qué sirve el subjuntivo? ¿Cómo desarrollar una idea, y completarla, conociendo bien las clases de palabras?